Muchas mujeres confunden estar solas con sentirse solitarias, y ese temor las lleva por caminos que es mejor no transitar. Conformándose con aguantar cualquier cosa en una relación con tal de no quedarse solas, asistir a reuniones donde se sienten incómodas solo para evitar el vacío de la soledad o incluso elegir compañía de personas que no les hacen bien, solo para llenar un espacio en su vida.
Es importante reconocer cómo la sociedad patriarcal a lo largo de los siglos, ha inculcado en las mujeres la creencia de que necesitamos tener un hombre a nuestro lado para que “nos resuelva la vida”. Pero déjame decirte algo: no necesitamos depender de nadie para tener una vida plena y satisfactoria. Todas las mujeres tenemos la libertad de elegir estar solas o en compañía, según nuestro deseo y elección, pero no por necesidad. Porque necesitar ¡no necesitamos de nadie!
La soledad no es un enemigo a temer, sino una oportunidad para descubrir quiénes somos realmente y aprender a disfrutar de nuestra propia compañía. Cultivar nuestra autonomía y aprender a valernos por nosotras mismas es un acto revolucionario en un mundo que nos ha enseñado lo contrario.
Cultiva tu compañía y libérate del miedo.
Aquí hay algunos pasos para que empieces a cultivar de tu propia compañía y te liberes del miedo a la soledad:
- Reconoce la diferencia entre estar sola y sentirte solitaria: Estar sola es una elección consciente y valiente de disfrutar de tu propia presencia. Sentirse solitaria es una sensación de aislamiento y falta de conexión emocional. Aprende a distinguir entre ambos estados y a abrazar la oportunidad de estar contigo misma.
- Descubre tus pasiones y sueños: Dedica tiempo a explorar tus intereses y descubrir qué te apasiona. Encuentra actividades que te hagan sentir viva y plena.
- Establece límites y elige relaciones saludables: No te conformes con cualquier compañía solo por temor a la soledad. Aprende a establecer límites y a rodearte de personas que te valoren, te respeten y te inspiren a crecer.
- Practica la autocompasión y el autocuidado: Date permiso para cuidarte y amarte a ti misma. Escucha tus necesidades y atiéndelas de manera amorosa. Practica la autocompasión en lugar de criticarte constantemente.
- Desafía los estereotipos y creencias limitantes: Cuestiona los mensajes culturales y sociales que te dicen que necesitas a alguien para ser feliz o tener éxito. Reconoce tu propia fuerza y capacidad para crear una vida plena y significativa. Rompe con los patrones define tu propio camino.
Recuerda, los hijos en algún momento seguirán su propio camino y las parejas no son garantía de una buena compañía. Más vale estar sola y en paz que mal acompañada. Abraza la idea de que estar solas no significa estar solitarias, sino empoderada y enriquecida por tu propia existencia.
Estamos aquí para apoyarnos mutuamente en este viaje de empoderamiento. Sigamos desafiando los roles impuestos y creando una sociedad en la que las mujeres sean libres de elegir su propio camino.
Recuerda que puedes pedirme una entrevista de orientación.
Natalia Sladogna, Psicóloga.