Muchas mujeres experimentan ansiedad o angustia debido a las dificultades constantes que enfrentan con su familia de origen. Esto les genera sentimientos de culpa, problemas y un gran desgaste emocional.
Si te sientes identificada con esto, quiero recordarte que no puedes elegir la familia en la que naces, pero sí puedes elegir cómo te relacionas con ella.
Establecer y mantener relaciones saludables requiere tiempo, dedicación y compromiso de todos los miembros. Sin embargo, no eres responsable de cómo los demás se relacionan contigo, ni debes intentar cambiar a tu familia. Pero sí puedes establecer límites y distancias saludables.
Cinco consejos que te ayudarán a mantener vínculos familiares más saludables, cuidarte y velar por tu bienestar:
- Establece límites saludables: Es crucial establecer límites claros y saludables dentro de la familia. Reconoce tus propias necesidades y establece límites en cuanto a tu tiempo, espacio y energía. Aprende a decir “no” cuando sea necesario y comunica de manera asertiva tus límites a tus seres queridos. Establecer límites te ayudará a proteger tu bienestar emocional y a mantener relaciones más equilibradas.
- Reconoce tu propia identidad y valía: Es esencial entender que tu identidad y valía no dependen de las opiniones o expectativas de tu familia. Eres un individuo único y valioso, y tienes el derecho de ser fiel a ti misma. No te sientas presionada para cumplir con las expectativas de los demás. Acepta y celebra tu propia identidad, y busca el amor y la aceptación desde dentro de ti misma.
- Construye relaciones basadas en elecciones conscientes: Si bien no puedes elegir a tu familia de nacimiento, sí puedes elegir cómo te relacionas con ella. Reconoce que las relaciones familiares son una construcción y un acuerdo mutuo. Si existen dinámicas tóxicas o dañinas, puedes tomar decisiones saludables, como establecer límites más estrictos o buscar apoyo externo. También puedes elegir construir relaciones con personas que te brinden amor, apoyo y comprensión, formando una familia de elección.
- Busca apoyo fuera de la familia: No es necesario que todo tu apoyo emocional provenga exclusivamente de tu familia de origen. Busca y cultiva relaciones de amistad cercanas, mentorías o incluso terapia individual. Estas conexiones externas pueden proporcionarte perspectivas diferentes, apoyo emocional y un sentido de pertenencia fuera del ámbito familiar.
- Prioriza tu bienestar emocional: Recuerda que tu bienestar emocional es una prioridad. Si una relación familiar está causando un daño significativo o te impide crecer y desarrollarte como individuo, considera la posibilidad de alejarte o establecer una distancia saludable. No tengas miedo de buscar ayuda profesional para abordar y procesar las emociones asociadas con estas decisiones. Tu bienestar es fundamental para vivir una vida plena y satisfactoria.
¡Recuerda que mereces relaciones familiares saludables y un bienestar emocional óptimo!
Natalia Sladogna. Psicóloga