Síntomas de que Estás Sufriendo Estrés ¡Y no lo Sabes!

 

¿Qué es el estrés?

El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibe como amenazantes o desafiantes. Se trata de un sentimiento de tensión física y mental ante situaciones o pensamientos que nos generan frustración, enojo, o nerviosismo.  Cuando experimentamos estrés, el cuerpo libera hormonas como el cortisol y la adrenalina, lo que puede tener efectos tanto físicos como mentales.

Muchas mujeres que me consultan, pasan por momentos de gran tensión emocional, ¡sin siquiera saberlo!

Desde conflictos constantes en la pareja, algunas crisis de llanto o angustia, sentimientos de tristeza o enojo por cualquier cosa. O también síntomas físicos que no encuentran una explicación médica como: dolores de cabeza o espalda, gastritis, caída del pelo, o hasta imposibilidad de bajar de peso y cumplir una dieta.  Todos estos son síntomas de que se está sufriendo de altos niveles de estrés. 

Muchas mujeres, ignoran estas señales en el afán de seguir el ritmo de la vida, de no causar más cargas o de pensar “ya se me pasará”. De hecho solo 1 de cada 5 mujeres que sufre de estrés busca ayuda. 

Pero la realidad es que ignorar estos signos de estrés, solamente trae más dificultades en el futuro para la salud física y mental, para las relaciones de pareja, el trabajo o la familia. 

¿Por qué ocurre más a las mujeres?

Hay muchas razones por las que el estrés puede afectar más a las mujeres que a los hombres. Por ejemplo, las mujeres suelen tener más responsabilidades familiares, del hogar y laborales, y a menudo se enfrentan a mayores niveles de discriminación y violencia de género.

8 síntomas poco conocidos de altos niveles de estrés en mujeres:

  1. Problemas de sueño: El estrés puede afectar la calidad del sueño, haciendo que te cueste dormir o que te despiertes varias veces durante la noche.
  2. Cambios en el apetito: Algunas personas pueden experimentar cambios en el apetito cuando están bajo estrés, lo que puede llevar a  comer en exceso o hacer difícil seguir una dieta balanceada.
  3. Dificultad para concentrarse: El estrés afecta  tu capacidad para concentrarte en tareas importantes, lo que puede hacer que te sientas abrumada o frustrada.  Incluso puedes experimentar una  pérdida de la memoria, sintiendo que tienes muchos olvidos.
  4. Pérdida de cabello: El estrés crónico puede afectar la salud del cabello, lo que puede llevar a la pérdida de cabello.
  5. Bajada de defensas: sufrir de estrés hace que tus defensas bajen, por lo que es común que algunas mujeres entren en ciclos de enfermedades. Por ejemplo, gripes constantes, enfermedades gástricas, etc. 
  6. Cambios en el ciclo menstrual: el estrés puede alterar tus hormonas, y por lo tanto tu ciclo menstrual. 
  7. Peleas constantes con la pareja: cuando estás estresada tu estado de ánimo no es el mismo. Normalmente te encuentras más irritable y alerta, lo que puede hacer que los problemas de pareja se acrecienten, o que discutas por cosas sin mucha importancia.
  8. Poca paciencia con los hijos: Estar estresada puede hacerte perder la paciencia mucho más fácil.

¿Qué hacer si tienes estos síntomas?

Si estás experimentando alguno de los síntomas pocos conocidos del estrés, es importante que tomes medidas cuanto antes para prevenir complicaciones a largo plazo. Aquí hay algunas cosas que puedes hacer:

  • Identifica la fuente del estrés: trata de averiguar que área de tu vida es la que te está causando el estrés. Puede ser el trabajo, problemas familiare so económicos o cualquier otra cosa. Una vez que sepas la fuente del estrés, podrás tomar medidas para abordarla. 
  • Toma un descanso: Intenta realizar una actividad de descanso, que te relaje y que disfrutes, al menos una vez por semana.  Esta actividad puede ser la realización de un hobbie como pintar, tejer o leer. O también una actividad dirigida al descanso y la relajación como meditar o  hacerte una cita en un spa. 
  • Ejercicio físico: Haz ejercicio regularmente para liberar endorfinas, oxitocina y reducir  la ansiedad. Realizar alguna actividad física al menos 2 o 3 veces por semana, es una muy buena forma de mejorar tu salud física y mental. 
  • Sal al aire libre: contacta con la naturaleza, date un paseo de domingo, sal a caminar por tu barrio o monta en bici por la montaña. Salir te ayuda a despejarte y a sentirte mejor. 
  • Comparte: cuenta  lo que te está sucediendo a tu pareja, familia, amigos o personas cercanas. Compartir lo que te sucede, puede ser una buena forma de buscar soluciones y de que esas personas te ayuden.  Pídele a tu pareja más cooperación en las tareas del hogar, o delega algunas de tus tareas a tus compañeros. 
  • Aprende a decir que no: no te llenes de responsabilidades y compromisos a  los que no llegas. Aprende a decir que no y a elegir en qué y cómo quieres utilizar tu tiempo. 
  • Habla con un profesional de la salud mental:  hablar con un psicólogo puede ser una muy buena vía para despejar tus miedos, dudas y preocupaciones.  Y para hacer un plan de cambios en tu vida que te ayuden a reducir el estrés. 

Recuerda, si experimentas síntomas de estrés durante un período prolongado, es importante buscar ayuda profesional. Una consulta psicológica a tiempo, puede ayudarte a desarrollar un plan de tratamiento adecuado para manejar el estrés y prevenir complicaciones a largo plazo.

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Natalia Sladogna, Psicóloga.