Los cuidados de las madres en la historia y la depresión postparto.

Para los aztecas, pueblo prehispánico de Mesoamérica,  los niños venían de los cielos, el buen desarrollo del feto dependía fundamentalmente de la voluntad de los dioses, aunque sobre los humanos recaía la responsabilidad de que todo el proceso, hasta el parto fuera exitoso. Por este motivo,  nada más sospechar que estaba embarazada, la mujer visitaba a la partera, para que hiciera el seguimiento del embarazo, tal como ocurre en la actualidad.

Los antiguos sabían de la importancia  de acompañar a la mujer durante el proceso de convertirse en madre, desde el embarazo hasta el postparto y primera crianza. 

La partera se encargaba de visitar a la embarazada con regularidad, examinarla y brindarle orientación de cómo cuidar de sí y de su bebé. Durante los meses de embarazo, la mujer recibía una especie de cursillo prenatal sobre la alimentación, la educación y crianza del bebé y otros hábitos que debía observar.

Según escribe en su crónica fray Bernardino de Sahagún. Si la paciente era madre primeriza, la partera buscaba a una vecina o a un pariente femenino que la ayudara en las tareas domésticas más duras, evitando, sobre todo, que la futura madre cargara con pesos excesivos.

Tras el nacimiento, las parteras permanecían hasta 4 días en el domicilio de la madre para cuidarla, ayudarle con las tareas domésticas,  los cuidados del recién nacido y vigilar la subida de la leche. 

En la actualidad, muchas mujeres atraviesan el embarazo y los primeros días del postparto con muy poca compañía, ayuda u orientación. La soledad, hace que los procesos sean más difíciles y duros.  

La depresión postparto aparece entre otras cosas, porque las mujeres se encuentran con la maternidad  sin una tribu que contenga, sin referentes femeninos que presten sus experiencias, sus consejos y sus demostraciones de afecto, en un sentimiento de total soledad afectiva.  

No sabemos si antiguamente las mujeres atravesaban o no depresión postparto. Históricamente, de todas las alteraciones psicológicas detectadas tras el parto, la depresión post-parto ha sido el síndrome más reciente en cuanto a su identificación. Ya que si bien ha sido estudiado desde hace siglos, los investigadores no se ponían de acuerdo en cuanto a su incidencia y sintomatología.   

Lamentablemente, si sabemos que actualmente 1 de cada 10 mujeres la padece y que contar con ayuda y compañía durante la etapa perinatal puede ser una muy buena forma de prevenirla.

La ayuda que antes prestaba la partera durante el embarazo, parto y postparto, no solo cuidaba de la salud física del bebé y la mujer, sino que era también una forma de prevenir y cuidar la salud mental y emocional de la nueva mamá.

El apoyo de familiares y amigos es la mejor herramienta para cuidar la salud mental de la madre durante el posparto, ya que el estrés percibido en este período va a ser menor, y su estado de ánimo y autoeficacia ante la crianza van a ser los deseables. 

Cuando no se cuenta con una red de apoyo de amigos o familia, siempre se puede buscar ayuda por otros medios, por ejemplo asistiendo a un grupo de lactancia o crianza o contratando una doula  que te apoye durante el posparto. 

Recuerda: realizar una consulta psicológica puede ayudarte, no tienes porque atravesar lo que te hace sentir mal sola.


Natalia Sladogna. Psicóloga

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